miércoles, 28 de marzo de 2007

Noche

No era muy tarde, pero ya tenía ganas de irse. Eran apenas las once y media. Todos estaban sentados hablando en diversos volumenes, pero ella no tenía ganas de prestarle atención a nadie. Se sirvió cerveza en un vaso de plástico y de otro y le dio un trago. Fingió prestar atención a una conversación que tenían dos de sus amigas acerca de qué materia estaban pensando rendir en las mesas de diciembre. Marketing. Ella se aburría y sus pómulos comenzaban a ser una carga bajo sus ojos por el peso de la impostura de una sonrisa amable y receptiva. Fue al baño y cerró la puerta con llave. Se mojó la cara. La sentía entumecida, ajena, como si no le perteneciera. Se arregló el pelo y se dio una mirada general frente al espejo. Abrió la puerta y se fue, solamente saludó a la dueña del baño.