domingo, 22 de abril de 2007

Domingo Beatle - I think...whatever. Japón

Esto es en Japón , en el 66'. John Lennon boludeando, se olvida la letra, no le pega a los acordes...Se las delira un poco a las japonesas gritando. El atinado, como siempre, Harrison...el niño responsable.

Domingo Beatle - Dibujitos antes del Submarino

Recordé que una vez leí a Pettinato mencionar que veía estos dibujitos cuando era chico. Es curiosamente premonitorio el siguiente dialogo que se da:

Paul: Vamos a tener que inventar historias mientras cantamos...

Ringo: No ha de ser muy difícil...!

George: No para vos, Ringo! Siempre que cantas parece que estuvieras pensando en otra cosa!



Y pensar que ese sutil bardeo puede haber sido la pequeña bola de nieve que luego devino en el enquilombado Let It Be...

sábado, 21 de abril de 2007

Sick days



Jueves y viernes estuve tirado en cama por una (según dijeron los médicos que vinieron a casa, uno que era como el hermano menor de Cesar Menotti y su acompañante Evo Morales vestido de enfermera) "angina viral". De modo que descubrí los extraños movimientos de mi casa en las horas que las desconozco: la tarde. Paso a relatar la experiencia vivida...


Día 1


Jueves 9,32 am

Acabo de descubrir que la noche anterior no debería haber salido. Mi garganta duele mas que ayer y mi voz es una mezcla de Mostaza Merlo y Ford Falcon sin liquido de frenos. Decido no ir a trabajar. Dejo el mensaje en la contestadora de RR HH. A las 2 horas cae la doctora de la empresa a constatar que yo este enfermo y en casa. De un Fiat Spazio blanco aparece una morocha con peinado de cabarulo. Me dice "mi amor" todo el tiempo. Es Moria Casan con acento cordobés. Firmo papeleo de rigor administrativo y sugiere que llame a MI médico, porque esha no me puede dar nada, solo viene a ver si estoy. Por desgracia, ese médico amigo al que uno recurre siempre, esta de viaje. Los arriba citados profesionales de la medicina, Hermano de Menotti y Evo Travesti se presentan como enviados por la prepaga. Su diagnostico: angina viral. 48 hs de reposo ABSOLUTO. Bingo. Necesitaba una excusa para estar tirado sin hacer nada sin sentirme culpable.

Entre las 12 y las 14,30
Todo normal. Nada que no haya visto antes. Madre asendosa, hermana que vuelve de su nueva facultad. Padre vuelve de la oficina. Almuerzo. Padre duerme media hora en el sillón del living.


15,00 hs.
Ingreso a la zona desconocida. Ni bien parte padre, madre toma posesión del sillón y del control remoto. Se queda viendo Cuestión de Peso, dice que le da buenos consejos y que ademas, como esta Cormillot, siente que el programa no es solamente burlarse de gordos sin destino. De cualquier forma forma, yo creo que ver gente similar al muñeco de Michelin la hace sentirse un poco mas cómoda con su cuerpo. Se queda dormida. Vuelve en si y cambia a Telefe. Descubro que ve Pasión de Gavilanes, siempre vio novelas pero nunca creí que Pasión de Gavilanes, simplemente no era su estilo. Mi madre me decepciona, creí que prefería la onda Thalia. Alterna con Para Siempre de Canal 13, un programa de gente desesperada y obviamente sola que no encuentra pareja de otra forma que no sea en un set de televisión.

17 hs.
Se conecta una vieja amiga de la facultad al msn. Me cuenta que esta saliendo con un chico, que se está por recibir y que esta escuchando a Eric Clapton de a ratos. Tres cosas de las que estoy muy lejos de lograr. Momentos mas tarde, me encuentro con mi ex en el messenger. Hablamos de películas que están en la cartelera local. Vuelvo al living y mi hermana mira Fraiser. Vuelvo a mi cuarto. Por alguna cuestión de iluminación diurna, mi cuarto se ve raro, ajeno. Decido cerrar las cortinas y prender la luz, para sentirme como siempre. Error. Me siento mareado por el cambio temporal. Mi cuerpo sigue con el ritmo de oficina y mi casa que parece un sabado cualquiera. Abro todo nuevamente. Empiezo a tocar el bajo arriba de un disco de Mars Volta. No puedo. Siento las manos frías y el bajo muy duro. Mi hermana me pide que baje el volumen. Acepto. Básicamente porque lo que estoy haciendo es horrible. Me pongo a ordenar cds. Al pedo. Me canso rápido y dejo todo como está.

20 hs.
Siento a lo lejos las trompetas de Telenoche, siento como si fuera un feriado. No suelo escuchar esas trompetas a menos que sea un día del trabajador, de la raza, de las Malvinas, pascua o etcéteras y es me da una calma, por mas que estén hablando del coreano que se cargo a 30 universitarios en Virginia o de la evolución del juicio Garcia Belsunce. Decido ir a la cocina y ver las noticias con mis padres. Cuadro raro para jueves, pero me doy cuenta que es algo que hacen todos los días y no solo los fines de semana. Mi tos es insoportable. Padre tirado en pequeño sillón, madre haciendo mates. Carrascosa esta muy gordo. Bah, creo que es Carrascosa. El coreano que mandó un video a NBC y dice un montón de frases que podría decir cualquier pibe enojado con un cheto. Luego varios inserts con fotos del coreano apuntando armas, posando con cuchillos. Vestido de cazador. Esbozo una teoría que desaprueban con sus semblantes mirando la tele. En realidad me parece que el hecho de que cada tanto salga un flaco en una escuela a cagar a tiros a sus compañeros, termina siendo algo así como control de población. El Método Hamster. Ahora hay 33 vacantes en la Universidad de Virginia!

21 hs.
Comienza Gran Hermano. Ahí caigo en cuenta de que en mi casa ven mucha tele. Hasta ahora la tele no ha sido apagada.

Dia 2

15,30 hs.
Acabo de despertarme. Mmm...mi cuerpo se tomo en serio la licencia y me ha dado 12 horas continuas de sueños bueniiiiiiiiiiiisimos, esta vez con muchas referencias musicales por todos lados, llenos de gente desconocida, porque en todas las secuencias que recuerdo era "el nuevo", cosa siempre fui en todos lados. Le mando un mensaje a mi hermana que está en el living preguntándole si sabe si padre volverá a la oficina, después de todo es viernes y a veces le pinta empezar el fin de semana mas temprano...who knows. Mejor estar precavido, es incómodo levantarse con toda la cama pegada al cuerpo y ver a tu viejo de traje, esperando volver a trabajar. Uno se siente inútil, vago, imbécil y demás. Responde que vuelve. Bien. Porque tengo hambre.

Entre las 17 y las 21 hs
Idem ayer, pero con las siguientes variantes:
  • el MSN me recibió con un amigo del laburo y luego con la presencia super estelar de Miss Piggy. Luego, mensajes de texto varios relativos a una fiesta a la noche en un boliche de la zona. Mi mente comienza a elucubrar si ir o no.
  • Me puse a sacarme fotos imitando posturas de Mc Cartney (me compré un bajo igual y sacarse fotos es irresistible, por ende estuve cambiando de vestuario todo el tiempo)
  • Terminé con Música para Camaleones y quedé muy feliz.
  • Busque "angina viral" en Google, produjo 776.000 resultados. No miré ninguno.
  • Me tomé 3 tazas de te verde con jazmín y casi muero de sobredosis de pepitos.
  • Me decido a cambiar de corte de pelo. El lunes voy a la peluquería sin falta.
Entre las 21 y las 3 am

Consulto con respecto a que hacer con la fiesta de cumpleanos anteriormente mencionada. Negativa rotunda con razones razonables. Consulto a los que van a ir, acerca de qué decisión tomar. Despues de todo, taaaan mal no estoy, no tengo fiebre, tengo ganas de ir,pero...Reculo y decido no ir. Luego durante toda la noche se suceden picos donde me arrepiento, pero duran solo por un rato, de todos modos son las 3 y media y hace una hora que ya me cerraron la taquilla.
La tos sigue insoportable.

jueves, 12 de abril de 2007

Colección de puertas 1

Primer Puerta

Ya habían terminado la larga sobremesa y, por la falta de otras preguntas para terminar el interrogatorio de reconocimiento, el silencio llegó a la mesa. Los padres de Erica empezaron a levantar la mesa y él tímidamente comenzó a colaborar moviendo su plato para llevarlo a la cocina. Un “no te molestes Ariel” vino con una sonrisa calida de parte su suegra. Ya hacía ocho meses que Erica y Ariel estaban “oficialmente” de novios, pero el encuentro no se había podido dar antes ya que los padres de Erica vivían muy alejados del centro, así que él trató de demostrar un pequeño gesto, de esos que siempre se le olvida tener cuando va a almorzar a casa de sus padres. Amablemente Ariel le entregó el plato y le sonrió a su novia. Ella estaba algo nerviosa, pero notoriamente contenta, porque todo estaba saliendo muy bien. “Son buenos, pero como no son de recibir mucha gente…” le había dicho Erica por teléfono cuando él la llamó, en medio de una clase en la facultad, para preguntar si le parecía bien que les llevara algo para aquel almuerzo, así que estaba gratamente sorprendida. Al encontrarse sin nada más que hacer y como Papá Néstor estaba también en la cocina, se acerco a la heladera donde estaba Erica y le pidió direcciones para ir al baño. Cruzó todo el pasillo hasta encontrar la puerta blanca entornada, con cuidado hasta de pisar muy fuerte y sin mirar hacia las otras piezas, ni aunque fuera por un instante.
Se miró en el espejo y antes que nada se mojó la cara, bajó la cabeza y quedó así por varios segundos, con las manos apoyadas en el lavamanos y con el agua corriendo. Respiró profundamente y trató de relajarse, porque se dio cuenta que su cuerpo le estaba preparando una prueba terrible. Antes de cumplirla, vio a su alrededor si contaba con todo lo necesario. Había un Poett lleno y suficiente Scott. A esa altura, algo es algo. Pero odiaba no tener otra opción.
Todo fue bastante rápido, pero él estaba tenso como una guitarra con cuerdas nuevas. Al menos el baño estaba algo apartado del resto de la casa y la banderola daba al patio. A esa altura, también algo era algo. Y seguía odiando no tener otra opción, pero acababa de ser anoticiado de algo peor: la secuencia de sonidos del inodoro había quedado incompleta, con el sonido del agua trunco, ahogado. De pronto se le detuvo el corazón, ya ni siquiera había ruidos alrededor suyo. Hasta el aire había quedado congelado por esa fracción de segundo que precede al encuentro con la verdad. Era el fin. No había pruebas de nada, pero había quedado tapado. Así de cruel se había convertido todo para Ariel. Así de terrible. Inevitable e inadecuadísimo. Encima el agua tardaba un siglo en subir.
Obviamente que puteó, puteó hasta al obstetra que ayudó a parir al pibe que más temprano le había vendido el helado para el postre pero, más allá de eso, estaba desesperado. No pudo esperar a que se llenara para volver a intentarlo, pero todo seguía igual. Ese puto caño que no dejaba pasar nada y el tiempo que ya empezaba a notarse. Aparte que se dio cuenta que, después de almuerzo, no era el único que iba a querer usar el baño y además, su crimen no tenía posibilidades de quedar impune. Agarró un vasito que había con cepillos dentales y le puso agua hasta el borde, para tirarlo en la parte de atrás y ayudar el proceso de llenado. Insistió con el botón como si fuera un tragamonedas del casino. Siga participando. Iba a darse por vencido hasta que oyó a Erica del otro lado de la puerta preguntándole si se sentía bien. Pensó en confesarle la situación, pero solo pudo escupir nerviosamente “si, si todo bien. Ya salgo”. “Bueno, nosotros estamos en la puerta, regando el frente” dijo ella. Ni bien la sintió alejarse, le dio el último intento fallido a la cañería. Nada, listo. No había más que hacer. Así que se lavó las manos, tomó todo el aire que pudo y abrió la puerta.


Segunda Puer
ta

Omar tenía sus fotos hasta de fondo en el celular. La había amado y la amaba como nunca pudo hacerlo con nadie. Porque el cariño que él recibía era sumamente genuino y sin dobleces, por eso la adoraba con todo su corazón. Y por más que muchos lo vieran ridículo y casi como un cliché de su profesión y su estilo de vida, no tenía problemas en cargarla consigo a todos lados, en su valijita con estampados caninos y llevarla a que le hicieran baños con sales cada primer y tercer domingo del mes. Pero dos horas ya habían pasado desde tuvo que recoger de la cocina el cuerpo de Lila para enterrarlo. Había estado jugando con el cable enchufado del lavavajillas.
Omar estaba destrozado y solo. Solo en serio. Su familia hacía años que ni siquiera le llamaba por teléfono (por esas diferencias de criterios que suelen tener los padres cuando su hijo decide bajar la guardia y hablar sinceramente con ellos), nunca fue muy bueno para hacer la clase de amigos que suele acompañar en este tipo de momentos y estaba cansado y aburrido de histeriquear con locas pasajeras de diseño por los que realmente no sentía nada y tampoco no esperaba que ellos sintieran nada por el. Venía manejando por la ruta sin pensar más que en la carita de Lila, en el ladrido con el que lo recibía cada vez que lo escuchaba girar la llave de su casa, después de llegar del estudio. En los ojos que le ponía cada vez que le pedía comida (siempre algún pedacito de galleta con philadelphia). En que ya no tenía a quien cuidar. En que ahora se volvía a sentir como a los 16, alienado y triste, sin poder brindarse a nadie por temor a quedar emocionalmente en bolas el carril Rodríguez Peña y aferrado a algo sin destino.
El sentirse tan desprotegido lo hacía llenar de impotencia cada vaso de su alma. Porque ya se habían vaciado de toda esperanza de poder amar sinceramente. Como cuando su hermana decidió irse con su marido a Toronto, llevándose consigo a los amores más grandes que tenia Omar. Lucio y Marina de 6 y 4 años. Además ya estaba grande como para soportar sentirse así otra vez. Y mucho menos tenia ganas de ignorar sus emociones como había podido hacer antes, aunque con el costo de no recordar mucho de ese periodo de su vida. Así que ahí estaba, casi a punto de llegar a su casa sin saber qué hacer cuando vuelva a abrir la puerta y tenga que enfrentarse al living vacío o al pasillo de la entrada sin el ruido de las patitas de Lila rebotando en las paredes. Ahora meditaba si meterse una hora en la ducha y luego echarse en la cama hasta quedarse dormido con el cuerpo mojado o si llegar a ver alguna película y tomarse las botellas de vino que encontrase en la despensa. Estaba parado frente a su casa y con las llaves en la mano. Quería desatar todos los nudos que cargaba encima, pero no sabia si ahí adentro podría hacerlo ni de qué forma. Con la extrañeza de sentirse perdido frente a su propia casa, respiró lentamente hasta llenar sus pulmones y abrió la puerta.

domingo, 1 de abril de 2007

20 Preguntas


Este site* adivina el objeto en el que estas pensando. El desafío que se auto impone es de adivinar en 20 preguntas. A mi me lo adivinó en 22, pero por la precisión con la que le pegó, honestamente sentí un pequeño susto...A ver, te da cosita que una pagina web te adivine la cosa que te imaginaste en ese momento. Claro, el terriblemente avispado lector, ya estará arqueando su ceja derecha y diciendo con su mejor cara de agente de Scotland Yard "es obvio que las preguntas, al ser cerradas, van suprimiendo o abriendo distintas secuencias de preguntas que van acercando al objeto que tiene un valor X. La suma de las respuestas da el valor que equivale al susomentado objeto, que esta en una base de datos como posible respuesta". Bien, genio, debo decirte que eso lo puede llegar a deducir hasta un simio en estado de coma o, en todo caso, un primito que tengo que tiene un IQ muy similar. Hay algo que no me cierra por ningún lado. Sobre todo porque yo pensé en un bajo y, en una parte donde te pone otras posibles respuestas, una de las opciones al azar era "guitarra" (opción mucho mas común de objeto a imaginar, si uno se pone a considerar que hay más guitarristas por metro cuadrado que bajistas. Y de hecho es el instrumento con mayor popularidad, con él se puede hacer solos épicos, se levanta minas, se anima fogones y un larga lista de etcéteras. Y si querés más pruebas hace lo siguiente: si te quedaste sin bondis porque la juntada termino algo tarde, o porque ni gancho caminas hasta la parada porque llegas en bolas, o porque ese día llegas tarde a la oficina; tomate un taxi y pedile al chofer que te diga un instrumento de cuerdas. El 85% te va a decir "eeeeh...guitarra, queseyó" y el 15% restante dirá "jaja! shee, cláh, si lo conozco al chiste...agarrame la que me cuelga!... comué?) y primero me largó "bajo" enteramente segura y sabiendo que era la posta. Me sorprendió.

Y no Sherlock, no largaba opciones por orden alfabético, porque antes me dijo "zango".








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