martes, 27 de febrero de 2007

Impresiones Ajenas

No, de cualquier manera todo se circunscribe al mismo clima agitado y sordo al que suelen relevarse esas cosas. Como síntomas ocultos de algo apenas declarado en una instancia indefinidamente difusa. Porque nunca pudo ser vivido de otra manera. Así fue puesto en el mapa, así se terminó de cerrar con llave la puerta del sentido en el que estaba puesta. Por eso no hay otra forma de decirlo, ni de pensarlo. Solo una profusión de consecuencias tiradas contra la pared, así de clara, decorando el hall junto algunos llaveros y retratos de familiares. Así fue como, dentro de ese marco inexacto, salieron todas cosas. Algunas fallando de entrada o con notorias señales de un fracaso rotundo pero posterior. Y otras, las que generaban cierto dinamismo y movían todo hacia un punto más azul, salieron inpensadamente bien. Pero eso sólo es visible a la distancia. Cuando ya los dos son otra cosa. Cuando cualquier análisis ulterior es casi anecdótico. Cuando ya uno mismo pasa a ser una tercera persona.