Primavera.
Con los ojos llorosos y ardientes. Con la garganta afelpada, los oídos tapados y la nariz directamente bloqueada y chorreante. Así le damos la bienvenida a la estación de todas mis alergias.
Esos violines de don Vivaldi no son más que una alarma que presagia el regreso mi verdadero némesis...El pavor y los carilina invaden mi vida.