jueves, 15 de julio de 2010

Reclamo administrativo

(Tono de espera del otro lado del teléfono)

- Buenas tardes, mi nombre Pablo ¿con quién tengo el gusto de hablar?
- ¿Qué tal Pablo? Fernando es mi nombre y quiero hacerte un reclamo.
- Sí, dígame respecto a qué sería.
- Mirá, resulta que según lo que me informaron anteriormente, el 6 de enero tenía que recibir un pedido y todavía no he tenido noticias. ¡Y eso que la solicitud la hice antes de Navidad!
- Ajá, veo. ¿Qué medio utilizó para hacer el pedido?
- A través de carta certificada. Fui al correo.
- ¿A nombre de?
- Reyes S.A.
- ¿En qué consistía el pedido?
- Era una Playstation, un Ipad y una botella de Johnny Walker.
- ¿Tuvo alguna notificación en su domicilio? Porque de no encontrar al titular, suelen dejar igual el pedido en alguna parte específica del domicilio. Fíjese bien, porque quizá no visto donde lo han dejado.
- Sí, ya me fijé por todos lados. Usualmente de no encontrarme o estar dormido, normalmente pido que me lo dejen en los zapatos, pero ni novedades. ¡Y ya estamos en marzo!
- Mire, lamentablemente est...
- Ni una notificación, ni una llamada para avisar. ¡NADA! Soy un hombre muy ocupado y no puedo estar todo el día pendiente de que entreguen o no el pedido. No es justo. Mirá, flaco, si no tienen stock o no lo me quieren traer, decímelo. A esta altura lo único que quiero es una respuesta clara y que no me sigan jodiendo la vida.
- Mire, lamentablemente no hay mucho que se pueda hacer en este tipo de casos.
- ¡¿Cómo que no?! Escuchame bien pibe, yo hace años...AÑOS que vengo trabajando con ellos y nunca me pasó una cosa así. Es muy poco profesional que ahora me digas que no se puede hacer nada. Estamos hablando de casi tres meses de espera. Si querés te doy los números de reclamo que vengo juntando. Cada tres días llamo. Y todos me dicen que espere 72 horas, que ya lo reclaman y que debe ser un problema de logística. ¡Pero ya me cansé! ¡Toda la vida he trabajado con ellos!
- Señor, le voy a pedir que se calme...
- ¡¿Que me calme?! Quiero hablar con tu supervisor. Yo me porté bien todo el año, así que mi parte del trato está cumplida. Lo único que pido es que ahora cumplan ustedes. ¡Dame ya con tu supervisor o con el gerente YA!
- Me temo que eso no es posible, señor.
- ¿Cómo que no es posible? ¿De que me estás hablando, pibe?
- Creo que sabe de qué estoy hablando...
- ...
- Por desgracia me veo en la posición de tener que informarle que el pedido que realizó no va a poder ser entregado. Nunca.
- Pero no entiendo...¡este año me porté bien! Hice todo lo que tenía que hacer. Hice el pedido a tiempo. Y hasta el año pasado no había tenido problemas con el sector de entregas.
- Señor Fernando, le voy a pedir que por favor me aguarde un momento en línea, así vemos cómo podemos aclarar esta situación, ¿de acuerdo?
- Bueno, está bien. ¡Pero no me vayas a cortar...!

(Comienza a escucharse una versión MIDI de "Fell in love with an Alien" de Kelly Family y luego de dos minutos es retomado)

- Señor, muchas gracias por aguardar. Le hago una consulta, ¿Hace cuánto que vive con su esposa?
- Aproximadamente un año.
- ¿Y antes usted vivió solo?
- No, mi mamá nunca me dejó. Me decía que yo tenía que vivir en casa hasta el día que me casara.
- Ya veo...
- Pero, te juro que esto no me había pasado nunca. Y encima las veces anteriores que llamé me tomaron el reclamo y me dijieron que no me preocupe, que me iban a solucionar el problema...
- Le voy a ser muy franco, Fernando. El motivo por el que usted no va a recibir el pedido, es el mismo por el que no le puedo pasar con el gerente, ¿me comprende?
- No...
- Le hago una pregunta. ¿A qué persona jurídica hizo el pedido usted?
- A Reyes S.A.
- ¿Y sabe usted los nombres de quienes componen esas sociedad anónima?
- Sí, Melchor Gaspar y Baltazar.
- Bien, ¿sabe usted los apellidos?
- No...
- Ajá. O sea que usted me está diciendo que hace - ¿cuántos años tiene usted?
- Treinta y dos.
- Usted me está diciendo que hace treinta y dos años viene trabajando con tres señores cuyo apellido desconoce.
- ¿Qué me estás queriendo decir?
- ¿Quién llevaba sus cartas al correo?
- Mi padre.
- ¡Bien! ¡A eso quería llegar! ¿Acaso no lo ve?
- No te entiendo.
- Disculpe que se lo diga tan abruptamente, pero a quienes usted hacía los pedidos siempre han sido sus padres.
- ¿O sea que los Reyes son mis padres?
- Me temo que sí.
- ¿Estás seguro?
- Sí, señor.
- No me estarás diciendo esto nada más para no tener que tomarme el reclamo...
- No.
- ¿Pero no hay nada que se pueda hacer al respecto? ¿No puedo hablar con alguien para que me solucione este problema?
- ¿Qué problema exactamente?
- ¡Y esta ridiculez de que los reyes son mis padres!
- No, es algo con lo que todos los habitantes de occidente tenemos que convivir, señor.
- ¡Entonces pasame YA con mi padre pare hacerle un reclamo!