lunes, 29 de enero de 2007

As long as you love me

domingo, 28 de enero de 2007

La caída de la casa de Reznor

Hace poco hubo una secuencia en mi vida que hacía ya varios años no vivía (la anterior fue también en otro lado de Chile y con otro disco. Reñaca y Ecstasy de Lou Reed, edición alemana. Circa 2003). Hurgando una disquería en un shopping justo detrás de un Greatest Hits de Neil Simon, se ocultaba la primera edición (la del 94, no la reedición del 96), importado, versión deluxe de Downward Spiral. Sabía que comprarlo era atentar muy fuertemente contra mi economía, pero era demasiado para que quedara ahí, delatado por Neil Simon y que luego algún dueño algún fotolog llamado "Broken Machine" o "Fuck you like an animal" , se lo llevara para ponerlo al lado de sus discos de My Chemical Romance. No podía permitir ese crimen y me lo llevé sin pensarlo. Entre que lo vi y lo pagué habrán pasado 15 segundos reloj. 20 segundos después ya estaba teniendo su primera cita con mi discman.

Justo mientras bajaba la escalera eléctrica, pasando entre los carteles de rebajas por liquidación y resabios del decorado navideño, ahí cuando empiezan a escucharse los latigazos que hacer la intro y marcan el ritmo del primer tema, tuve mi primer flashback. Cuando un TDK de 60 minutos con un rotulo escrito con lapicera negra que decía “Downward Spiral” llegó a mis manos. Miento, en realidad ese fue el segundo. El primero fue cuando puse ese casete y recordé una madrugada en la que vi el clip de “The Perfect Drug” en el año 97, que es lo más parecido a La Caída de la Casa de Usher que he visto en toda mi vida.

Y Trent Reznor (el único responsable de NIN) tiene mucho de Usher, él es también un hombre aislado, obsesivo y detallista en una mansión de paredes altísimas, que toca solitario su música. Nine Inch Nails es esa mansión, un lugar negrísimo y asfixiante construido con sonidos oxidados y filosos. Su música es un conjunto de estructuras enormes, que cada una por separado ya posee un sentido y al entramarlas componen su contundente y terrible obra. Para graficarlo se me ocurre un lugar común a esta altura que es la tapa de Dark Side of the Moon: la luz blanca defragmentada en todos los colores por el prisma. Reznor ahí es la luz y el prisma. Él es un creador obsesivo y detallista completamente involucrado en cada parte de su obra. Es un organismo mecánico, moviente y tenso. Aunque a veces también es como una serpiente, de simpleza amenazante y calma.

En cada disco puede verse esto, pero sobre todo en su trabajo más épico que fue The Fragile del 99. Un disco doble donde no deja resquicio y ni lugar para respirar, ahí es completamente brutal y oscuro, tanto en la primera como en la segunda parte (left y right). Es un album con una continuidad narrativa cercana por momentos al rock progresivo y que, en su momento, resultó una bocanada de aire fresco para lo que se escuchaba por ahí. Recordemos que fue la época del rap metal, de las boy bands y de las britneys, o sea…

The fragile fue la mejor manera de cerrar la década, porque NIN dio varios pasos adelante a nivel de producción sonora y a nivel compositivo, sin necesidad de ponerse a la moda del momento…nada de metaleros maníaco depresivos con prozac o raperos como invitados. Nuevamente, todo él, excesivo, bestial y por momentos capaz de crear paisajes sonoros bellísimos y desoladores.

Después de The Fragile, viene su primer disco en vivo que recopila la gira presentación del disco. Hasta ahí normal, pero lo sorprendente es la edición deluxe de ese disco (...and all that could have been, se llama) que viene con un disquito acustico de 9 tracks grabado en su casa de New Orleans. Ahí toma un poquito de Pretty Hate Machine, Downward y Fragile + 5 temas nuevos en el mismo formato acústico. Ahí NIN es una serpiente que se desliza silente. Ahí, después del ruido, el caos y las máquinas; detrás de aquel silencio todo está en ebullición haciéndole a uno atestiguar como la casa de Usher desaparece frente a sus ojos.

sábado, 27 de enero de 2007

Padre del aula y del método para conseguir chicas

Sarmiento sobre su escritorio escribe con gesto adusto. Luego entra un amigo suyo vestido de militar y le dice algo como:
-¿contra quién despotricas ahora?
-es mi hijo no sabe qué hacer y elige la peor opción...
-dejalo, es chico...¿que le pasa?
-que quiere dejar sus estudios para meterse en el ejercito.
-y si tiene la vocación...
-¿que vocación va a tener? lo único que quiere es impresionar a una mujer!
- no está mal rumbeado, de cualquier forma...
-está MUY mal rumbeado. A las mujeres se las conquista con esto.- y Sarmiento señala su escritorio lleno de libros y escritos.

(Escena de "Su mejor alumnno". Algo así como una biopic de Sarmiento. 1944.)

OK, es cierto meterse para milico no es ni en un millón de años la mejor estrategia para levantar minas...de cualquier forma, le pido a todo aquel que todo al que haya impresionado y conquistado a una mujer con aquéllo, que por favor firme acá abajo:



















(ajá...eso pensé)